Un buen vino, de lenta fermentación, o un buen jamón, curado con mino, parecían ser las antítesis de las últimas tecnologías, zonas en las que los avances tecnológicos sólo se aplicaban en lo referente a su gestión y seguimiento. Pero en lo que al primer caso se refiere, un inglés llamado Casey Jones, de 53 años, ha presentado un gadget de 600 dólares y similar a una hielera que convierte un ‘tintorro’ en un buen vino que podría costar un centener de euros.
El secreto de la máquina de Jones son unas ondas de ultrasonido que se envían a la botella de vino colocada dentro de la hielera y que hacen agitarse las moléculas de alcohol a nivel atómico, como si agitaras enérgicamente la botella millones de veces; esto acelera la colisión de las moléculas de alcohol, lo que, según Jones, es la base de cómo el licor consigue, progresivamente, un mejor vino.
Casey Jones asegura que puede convertir un whisky horrible en otro equivalente a una malta de ocho años y que un vino de tres años puede convertirse en otro de veinte años con tan sólo colocar la botella dentro de su invento durante 30 minutos.
Y lo mejor, es que esas sacudidas moleculares hacen que el alcohol sea más fácil de absorber y por tanto se eliminen las resacas.
fuente: www.chuffa.es
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