Hay un lugar muy especial en la tierra con un micro-clima tipo mediterráneo.
Con humedades provenientes del mar y la mezcla exacta de salinidad del subsuelo y los componentes de la tierra.
Un suelo compuesto por arenisca, margas, arcillas y calizas, porque estuvo sumergido por millones de años.
Además de la correcta latitud y longitud que hacen del Valle de Guadalupe, en la Península de Baja California, la cuna de los mejores vinos de Mexico, los vinos marinos..
Todo comenzó en el siglo XVII cuando los misioneros jesuitas se sorprendieron de lo exquisito de los higos y la excelente calidad de las uvas que se daban en la región. Probablemente de esta época procede la uva “Misión”, otra cepa histórica fue la “Rosa del Perú”. Pero fue hasta el siglo XIX que la uvas europeas llegaron a esta área a crecer en cultivos de temporada o “secano”, estas variedades fueron las Carignan, Grenache y Valdepeñas.
Después con la llegada de los sistemas de riego, aparecen nuevas variedades de uvas, principalmente las clásicas francesas e italianas; ahora el valle produce más de cuarenta variedades de uvas y es aquí donde la participación de los autores locales del vino es crucial, porque son ellos los creadores de “la filosofía del vino de la Baja California” seleccionando las cepas más adecuadas y manteniendo una variedad extraordinaria de uvas en poco más de 2,500 Hectáreas.
Los primeros y más grandes productores del valle son: la Bodega de Santo Tomás que abrió en 1888; L.A. Cetto en 1928, Domecq en 1972 y Monte Xanic en 1988. Pero hay algunos productores pequeños haciendo vinos extraordinarios, entre ellos, Chateau Camou con su Zinfandel; Pau Pijoan con su colección de vinos con nombres de mujer y Fernando Martáin con sus vinos Valmar. Viñas de Liceaga con su Merlot; Eduardo, el dueño tiene el proyecto de un hotel tema y un Club de Amigos del Vino con la adopción de cepas para su cuidado.
Y cómo no mencionar a Hugo d’Acosta, que con las uvas tradicionales de temporal hace su Casa de Piedra, uno de los mejores vinos de México, muy difícil de encontrar porque se vende desde antes de producirse.
Yo, personalmente me siento orgulloso de haber traído a Vallarta el que es considerado el mejor vino de Ensenada en relación calidad-precio; Joaquín Prieto y Octavio Valle, en su bodega Tres Valles elaboran el “Jalá” en honor a una deidad Kiliwa de la región; está hecho con uvas grenache noir y cabernet sauvignon, y tiene un sabor vigoroso que combina excelentemente con la comida mexicana y las más ricas delicias del mundo gastronómico.
Con humedades provenientes del mar y la mezcla exacta de salinidad del subsuelo y los componentes de la tierra.
Un suelo compuesto por arenisca, margas, arcillas y calizas, porque estuvo sumergido por millones de años.
Además de la correcta latitud y longitud que hacen del Valle de Guadalupe, en la Península de Baja California, la cuna de los mejores vinos de Mexico, los vinos marinos..
Todo comenzó en el siglo XVII cuando los misioneros jesuitas se sorprendieron de lo exquisito de los higos y la excelente calidad de las uvas que se daban en la región. Probablemente de esta época procede la uva “Misión”, otra cepa histórica fue la “Rosa del Perú”. Pero fue hasta el siglo XIX que la uvas europeas llegaron a esta área a crecer en cultivos de temporada o “secano”, estas variedades fueron las Carignan, Grenache y Valdepeñas.
Después con la llegada de los sistemas de riego, aparecen nuevas variedades de uvas, principalmente las clásicas francesas e italianas; ahora el valle produce más de cuarenta variedades de uvas y es aquí donde la participación de los autores locales del vino es crucial, porque son ellos los creadores de “la filosofía del vino de la Baja California” seleccionando las cepas más adecuadas y manteniendo una variedad extraordinaria de uvas en poco más de 2,500 Hectáreas.
Los primeros y más grandes productores del valle son: la Bodega de Santo Tomás que abrió en 1888; L.A. Cetto en 1928, Domecq en 1972 y Monte Xanic en 1988. Pero hay algunos productores pequeños haciendo vinos extraordinarios, entre ellos, Chateau Camou con su Zinfandel; Pau Pijoan con su colección de vinos con nombres de mujer y Fernando Martáin con sus vinos Valmar. Viñas de Liceaga con su Merlot; Eduardo, el dueño tiene el proyecto de un hotel tema y un Club de Amigos del Vino con la adopción de cepas para su cuidado.
Y cómo no mencionar a Hugo d’Acosta, que con las uvas tradicionales de temporal hace su Casa de Piedra, uno de los mejores vinos de México, muy difícil de encontrar porque se vende desde antes de producirse.
Yo, personalmente me siento orgulloso de haber traído a Vallarta el que es considerado el mejor vino de Ensenada en relación calidad-precio; Joaquín Prieto y Octavio Valle, en su bodega Tres Valles elaboran el “Jalá” en honor a una deidad Kiliwa de la región; está hecho con uvas grenache noir y cabernet sauvignon, y tiene un sabor vigoroso que combina excelentemente con la comida mexicana y las más ricas delicias del mundo gastronómico.
fuente: PVMirror.com
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario