Mario Toledo (Periodista Digital).- ¿Es lo mismo una copa de vino que una copa de whisky? ¿Se puede restringir el consumo de vino en un país cuya producción agrícola se centra en gran parte en esta bebida? ¿Es legítimo desprestigiar un producto que forma parte de la cultura gastronómica y social española? Pues el ministerio de Sanidad pretende reducir el consumo de vino y su publicidad, mientras el sector vitivinícola, los agricultores e, incluso, ahora los medios de comunicación, se levantan en pie de guerra contra la ministra Salgado. Las cañas y los chatos están en peligro.
fuente: periodico digital
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