jueves, 6 de noviembre de 2008

expendedores automaticos de vino


Ya conocíamos los expendedores automáticos de gaseosas, golosinas, preservativos, café y chocolate caliente. Pero ahora llega el de vinos, aunque a más de uno le genere urticaria pensar que una máquina le pueda servir la copa que va a tomar de tinto, blanco o rosado.
En "Ceviche", un bar de vinos de la ciudad de Washington, EEUU, los clientes tienen la posibilidad de elegir el vino a través de tres expendedores automáticos instalados por la empresa italiana Enomatic. Para tomar una copa, hay que comprar una tarjeta prepaga, apretar uno de los botones de la máquina, poner la copa debajo de la canilla que corresponde y esperar a que ésta se llene. Los vinos son conservados dentro del expendedor a la temperatura justa, lo que permite que mantengan sus aromas hasta 3 semanas, según consigna la agencia AFP.
Los clientes pueden elegir llenar la copa de 15 centilitros o servirse solamente un dedo de vino, de 3 centilitros, para degustarlo antes de seguir tomando. Esta alternativa es útil cuando un vino se vende a 50 dólares la copa, como es el caso del Almaviva chileno. Porque la selección de vinos del expendedor es muy amplia, y hasta incluye vinos argentinos como el Zolo de Bodega Tapiz.

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