Los vinos blancos y tintos de Padrón, Iria Flavia y Dodro ya pueden contar con un sello propio que distinga su calidad. La Consellería do Medio Rural ha reconocido a estos vinos dentro de la denominación geográfica Viño da Terra de Barbanza e Iria, una distinción de calidad que permitirá a los viticultores y bodegueros de estos municipios de Tierras de Santiago comercializar sus caldos con etiquetas que singularicen sus propiedades y aromas específicos.
Pero este reconocimiento a las calidades propias de los caldos obligará a los viticultores de Padrón y Dodro, que quieran entrar en la denominación, a reconvertir sus viñedos, ya que más del 90% de las personas que hoy elaboran su propio vino en estos municipios planta variedades híbridas que no son aptas para entrar en la nueva indicación protegida, según se reconoce desde el servicio de Extensión Agraria de Padrón.
Una sola bodega
En el área de influencia de Padrón y Dodro, tan sólo hay registrada una bodega, que importa y no posee cosecha propia, y el número de vecinos que tienen plantación de uva ni tan siquiera está cuantificado. Menos de media docena están acogidos a la denominación Rías Baixas, el resto planta la conocida como uva catalana para hacer su propio caldo. Precisamente, la creación de esta indicación es un intento más de tratar de ordenar la producción en algunas zonas en las que hacer vino forma parte de la cultura tradicional y popular.
Así, los viticultores que opten por acogerse a la denominación Viño da Terra de Barbanza e Iria deberán elaborar sus caldos con uvas albariño, caíño blanco, godello, loureira blanca o marqués, treixadura y torrontés, en el caso de los blancos, y brancellao, caíño tinto, espadeiro, loureira tinta, mencía y sousón, si lo que van a plantar es uva tinta.
Además, según consta en la orden de Medio Rural por la que se reconoce la indicación geográfica, las técnicas de cultivo deben tender a mejorar la calidad de la uva respecto al ambiente y las producciones máximas admitidas serán de 10.000 kilos por hectárea para las variedades blancas y de 8.000 para las tintas, con un rendimiento máximo de 67 litros de mosto por 100 kilos de uva.
Entre otras características que se exigen, los vinos que se elaboren bajo la indicación tendrá un grado alcohólico volumétrico del 11% para los monovarietales y del 10% para el resto. En cuanto a la acidez total mínima para estos vinos de consumo, se establece en cinco gramos por litro.
Primeras añadas
Según consta en el proyecto, está previsto que los primeros vinos de la denominación de origen protegida Barbanza e Iria salgan al mercado durante el año 2007. Además, se calcula que esta primera producción ronde las 100.000 botellas.
El área de la nueva indicación geográfica abarca, además de Dodro y Padrón, los ayuntamientos de Boiro, Catoira, A Pobra do Caramiñal, Pontecesures, Rianxo, Ribeira y Valga.
Pero este reconocimiento a las calidades propias de los caldos obligará a los viticultores de Padrón y Dodro, que quieran entrar en la denominación, a reconvertir sus viñedos, ya que más del 90% de las personas que hoy elaboran su propio vino en estos municipios planta variedades híbridas que no son aptas para entrar en la nueva indicación protegida, según se reconoce desde el servicio de Extensión Agraria de Padrón.
Una sola bodega
En el área de influencia de Padrón y Dodro, tan sólo hay registrada una bodega, que importa y no posee cosecha propia, y el número de vecinos que tienen plantación de uva ni tan siquiera está cuantificado. Menos de media docena están acogidos a la denominación Rías Baixas, el resto planta la conocida como uva catalana para hacer su propio caldo. Precisamente, la creación de esta indicación es un intento más de tratar de ordenar la producción en algunas zonas en las que hacer vino forma parte de la cultura tradicional y popular.
Así, los viticultores que opten por acogerse a la denominación Viño da Terra de Barbanza e Iria deberán elaborar sus caldos con uvas albariño, caíño blanco, godello, loureira blanca o marqués, treixadura y torrontés, en el caso de los blancos, y brancellao, caíño tinto, espadeiro, loureira tinta, mencía y sousón, si lo que van a plantar es uva tinta.
Además, según consta en la orden de Medio Rural por la que se reconoce la indicación geográfica, las técnicas de cultivo deben tender a mejorar la calidad de la uva respecto al ambiente y las producciones máximas admitidas serán de 10.000 kilos por hectárea para las variedades blancas y de 8.000 para las tintas, con un rendimiento máximo de 67 litros de mosto por 100 kilos de uva.
Entre otras características que se exigen, los vinos que se elaboren bajo la indicación tendrá un grado alcohólico volumétrico del 11% para los monovarietales y del 10% para el resto. En cuanto a la acidez total mínima para estos vinos de consumo, se establece en cinco gramos por litro.
Primeras añadas
Según consta en el proyecto, está previsto que los primeros vinos de la denominación de origen protegida Barbanza e Iria salgan al mercado durante el año 2007. Además, se calcula que esta primera producción ronde las 100.000 botellas.
El área de la nueva indicación geográfica abarca, además de Dodro y Padrón, los ayuntamientos de Boiro, Catoira, A Pobra do Caramiñal, Pontecesures, Rianxo, Ribeira y Valga.
fuente:www.tierrasdesantiago.com
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Aclaración: Existe una bodega y elabora única y exclusivamente con uvas propias se sus viñedos. Cepas por cierto plantadas a principios de los 80.
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