martes, 22 de septiembre de 2009

el cambio climatico en el vino

"Con el vino podemos saborear el cambio climático”, sostiene Gregory V. Jones, de la Universidad del Sur de Oregon, pionero del floreciente campo de los estudios de clima en zonas de viñedos. Se puede ver ya un “avance” de lo que se trae esa película de suspenso llamada calentamiento global: el cambio del patrón de maduración de las uvas.
Enólogos de la Bodega Miguel Torres, España, refieren “un desfase entre la maduración del contenido en azúcares, más temprana, y la maduración de aromas y polifenoles, que es más tardía”. Esto deriva en vinos menos equilibrados que requieren de la fermentación de mostos con alta concentración de azúcar, resultando una bebida pesada, con más porcentaje de alcohol y más sensible a la oxidación. Amantes del vino, preocupaos.
Jancis Robinson afirma que hoy el sabor del calentamiento puede degustarse: “Los vinos secos alemanes son, ahora, seriamente deliciosos. Los ingleses y canadienses se han beneficiado”. Mientras tanto los sabores de los originados en regiones más tórridas, como Australia o España, empiezan a afectarse.
El Proyecto Demeter
En España, 25 empresas vitivinícolas, 31 grupos de investigadores —de 17 centros públicos y 5 centros tecnológicos—, desarrollan el “Proyecto Demeter”. Se destinarán 27 millones de euros para saber cómo son y cómo serán las condiciones climáticas de los viñedos. La idea es conocer a qué se enfrentarán las uvas para protegerlas y determinar el mejor momento de su vendimia. Por lo pronto, en el último año, debido al calentamiento, la cosecha en el país ibérico se adelantó un mes (de la última semana de setiembre a la última de agosto).
Adiós a California Wines
Un estudio de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos sostiene que, a fines del siglo XXI, las áreas para viñedos en California podrían reducirse hasta en 81%, derrumbando una industria de miles de millones de dólares y generando oleadas de desempleo. Las uvas serán cada vez más ácidas y los terrenos aptos para su cultivo se ubicarán hacia el norte, en zonas costeras frías y a mayor altitud, (un estudio francés reveló que por cada grado más habrá que migrar 200 kilómetros rumbo norte —o sur—, dependiendo del hemisferio en que nos encontremos).

fuente: http://www.eldiariodelvino.com/


seguir leyendo:

No hay comentarios:

Publicar un comentario