martes, 9 de junio de 2009

tapon de rosca, la alternativa favorita de los expertos


Si ustedes son de los que viajan por el mundo y consumen vinos extranjeros, hace tiempo que habrán notado que el tapón de rosca, el mismo que emplean los fabricantes de destilados y muchos elaboradores de aceites o vinagres de calidad, se está convirtiendo en algo tremendamente habitual, especialmente en el caso de los vinos blancos.
Los neozelandeses los han convertido en un auténtico estandarte, primero para su productos más internacionales, los blancos de sauvignon blanc, y después para muchos otros de sus vinos, hasta el punto de constituir una plataforma, la New Zealand Screw Cap Wine Seal Initiative, para promover su uso y concienciar al consumidor sobre sus beneficios. La plataforma ha acabado adquiriendo una dimensión internacional que ha dado lugar recientemente a la International Screwcap Initiative, un grupo de presión en toda regla que tendrá que combatir contra los todopoderosos lobbies del corcho.
¿Qué beneficios ofrece el tapón de rosca? Es inocuo, fácil de usar, no requiere ningún utensilio extra para su extracción, constituye un cierre perfectamente apto para el vino y, a diferencia del tapón sintético, muchos elaboradores y expertos lo consideran apto para los vinos de guarda, aunque otros se curan en salud y prefieren llegar a una conclusión dentro de 20 años. De hecho algunos châteaux bordeleses ya están realizando experiencias de dejar reposar sus vinos con distintos tapones para poder analizar su evolución a lo largo del tiempo.

El principal inconveniente para el elaborador es el coste que supone adaptar su maquinaria de embotellado a la rosca, ya que necesita un tipo de botella especial, lo que encarece el proceso frente a los tapones sintéticos y los tapones de corcho estándar.
La escritora Jancis Robinson comenta que “los tapones de rosca son extremadamente buenos manteniendo el oxígeno, el gran enemigo del vino, fuera de la botella –incluso demasiado buenos”- y expresa sus temores respecto a una reducción excesiva en el tiempo de los vinos que eligen este cierre. Aunque también recoge la opinión de un experto que aboga por que las bodegas se planteen seriamente adaptar sus prácticas elaboradoras en función del tipo de tapón elegido y, en este sentido, sugiere que los vinos que elijan la rosca necesitarán cantidades significativamente menores de sulfuroso, por ejemplo.
fuente:todovino.com

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