lunes, 6 de julio de 2009

maceración carbonica


Consiste básicamente en la vinificación de los racimos de uva tinta enteros dentro de un depósito cerrado, creando en su interior una atmósfera rica en gas carbónico. El proceso general de vinificación por maceración carbónica, comprende las siguientes fases;
A) Partiremos de una uva sana, vendimiada con cuidado y transportada a la bodega en pequeñas cajas que eviten el aplastamiento de los granos.

B) Introduciremos los racimos enteros dentro de los depósitos. Sería aconsejable el uso de cubas de poca capacidad para evitar la rotura de las uvas (de 10 a 30 hl).
C) Los granos que se encuentran en la parte inferior del depósito, debido al peso de los racimos, liberarán su mosto y comenzará la fermentación tradicional, la transformación de los azúcares en alcohol, liberando buena parte de gas carbónico que permitirá desplazar el oxígeno de la cuba y creando a su vez una atmósfera rica en gas carbónico.
D) El depósito se cierra herméticamente y las válvulas de seguridad dejan salir el exceso de gas.


E) Al no existir oxígeno, en el interior de cada grano de uva se produce una "fermentación intracelular", en la que se transforma una pequeña cantidad de azúcar en alcohol, modificando la textura de la piel del grano y favoreciendo la difusión de sus constituyentes: sabores, aromas, materia colorante... Debemos aclarar que en esta fermentación intracelular no intervienen las levaduras. La producción máxima de alcohol oscila entre los 0,75 y los 1,5º, dependiendo de la variedad de uva y de la concentración inicial de azúcar en el grano.
Con respecto a la vinificación clásica, disminuye bastante la acidez del vino, debido fundamentalmente a la desaparición parcial del ácido málico, que puede quedar reducido a la mitad y disminuyendo también la concentración de ácido tartárico.
F) La operación del descube viene determinada por el descenso natural de la temperatura dentro del depósito, la parada en la producción de carbónico, la densidad del mosto y nuestra valoración mediante la cata del mismo.
En el momento del descube resulta fundamental separar el mosto que se encuentra en el depósito producido por el aplastamiento de las uvas (de calidad inferior), del que obtendremos una vez transportadas las uvas a la prensa, es decir, el vino de maceración carbónica corresponderá exclusivamente al vino procedente del prensado de la uva entera.
Los vinos elaborados con esta técnica resultan más suaves debido a una menor extracción de sustancias tánicas del hollejo y la pepita, así como a la disminución de su acidez. Desarrollan un aroma característico y complejo, muy relacionado con recuerdos lácticos, cremosos, frutos rojos...
Existen regiones en las que la técnica de la maceración carbónica se ha utilizado desde siempre... Beaujolais con la variedad Gamay, Châteauneuf-du-Pape con la uva Garnacha, Rioja Alavesa con la Tempranillo... Sin olvidar a Canarias, donde se elaboran tintos de maceración carbónica de Listán Negro con reconocido prestigio.

fuente: http://www.eldia.es/

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